lunes, 30 de septiembre de 2013

...

Cuando la perpetua noche es más intensa
y las horas se tornan habitables,
me descubro amando lo que no conoceré
como sólo se ama lo imposible,
maldito este tiempo sin recato
que exhibe paraísos ajenos
a nuestra húmeda mirada opaca,
orillas remotas a este naufragio,
y alimenta el deseo prohibido;
huecas formas, contornos
de un vacío insaciable,
barreras que el hombre erige
como fronteras de lo posible;
cruzar espacio y tiempo
para alcanzar frutos prohibidos
que nunca fueron como pensamos,
porque amamos sólo la imagen
y su imposibilidad,
que lo real y cercano
nunca fue objeto de lamento y verso.





No hay comentarios:

Publicar un comentario