domingo, 11 de marzo de 2012

Ser


 
Nunca antes me había preguntado el “temor”…o respeto que puede causar mi personalidad en las demás personas. Nunca antes me había dado cuenta de la fuerte personalidad que proyectos sobre los demás. Es ahora cuando veo mi mascara de hierro, cuando soy consciente de los muros que se levantan a mi alrededor…impenetrable, desconocidos hasta para mi misma, pero ahí están y ahí seguirán…aunque pesen, aunque no sea capaz de verlos ni siquiera notarlos.
Es ahora cuando me doy cuenta de que soy incapaz de amar…ahora cuando entiendo que para mí la vida carece de sentido…el fino hilo que separa la vida de la muerte no hacen mella en mí, no rozan mi día a día…
Demasiado perdida en el presente, los recuerdos no me afectan ni para bien ni para mal. Están ahí como estatuas mudas y sin nombre. Pertenecen a un mundo sin expresión ni forma.
Las personas son movimientos sin alma….pies andantes sin ojos, cuerpos disfrazados en una mascarada donde la música de fondo ha dejado de sonar a mis oídos.
No hablo de crueldad ni de prepotencia, no soy un ser que almacene dudas ni contiendas. No le abro la puerta al rencor ni a la inquina. Olvido con facilidad una palabra hiriente…porque en realidad no tengo heridas que sanar ni nada que enseñar.
Mi duda no es la existencia, ni los mundos paralelos. Tampoco la pregunta es, si soy maestro o alumno…si creo en  mí o no. Nada tiene importancia entre estas cuatro paredes es que el mundo, ni estos muros que conforman el universo. Mi duda es otra…una duda que no puede ser preguntada ni aclarada, que no exige explicación alguna. Una duda que se extiende y que se pliega según van pasando los segundos… la duda soy yo misma, el movimiento de mis dedos al expresarla, la mirada impasible al leerla…una duda razonable, una duda que deja de ser palabra para convertirse en oscilación. Allá donde yo vaya ira la duda conmigo. Bailaré con ella hasta caer en el suelo y el suelo se hará almohada de mi mente perdida.
No hay ningún significado en estas palabras, no hay nada que leer ni que decir. Sólo son palabras huecas, vacías…sin sentido. No existe una sola palabra que describa nada de todo lo que se ha escrito. No hay nada…nada
Quizás esto último…la nada, es lo que me hace ser insensible ante lo que me rodea. No busco caminos alternativos para evitar a la nada, no me disculpo ante el abismo de la nada ni ingiero sucedáneos para engañarla.
He perdido el miedo…lo confieso…he perdido el alma, y en esa perdida total del pensamiento que motiva, me he quedado anclada en el presente y camino bajo las sombras que no ha de cobijar nunca más mis sueños…los que se marcharon junto con el miedo…porque ahora sé que los sueños son mentiras despiadadas para ingenuos, para los que no saben cómo escapar de sus miedos.

2 comentarios:

  1. En tu mundo, no? Eso es bueno sin lugar a dudas.
    Y para los buenos momentos qué mejor que una frase de las que tanto te gustan.

    "Si permites doblegar tu carácter otros doblarán tu espíritu".

    UN ABRAZO DE LOS NUESTROS.

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    Respuestas
    1. como me conoces ehhh

      mi espíritu no se doblega ante nadie....aunque lo deje de vez en cuando mecerse como un junco.
      un beso infinito

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