gimiendo un sorbo de niebla
y un ansia sin sus desdichas, pasó a otro tiempo
se fue, camino del viento
hacia un lugar incompleto
un rincón sin pesadillas
hacia otro lugar desierto
donde jurar sus palabras
sin temor a otro destierro
vino al alba
sin dios ni alma
sin un sino interminable, ni un recuerdo del mañana
desde un lugar imposible
navegando en una barca
de espumas y de esperanzas.
vino al alba
dibujando sobre el agua
los recuerdos de un futuro
impredecible.
y trajo tierra en las manos
del otro lado del tiempo
desde la aurora desnuda
donde se escriben los sueños
trajo ramos de violetas
trajo miel y un río eterno
de versos y de caricias
y un susurro en los espejos
y dejó sobre la playa
las huellas de la otra orilla...
se despidió del ocaso
caminando sin retorno
con la mirada perdida
y sin luz bajo los ojos.
dejó sangre
dejó versos y miserias escondidas
en lugares innombrables.
dejó la piel de sus dedos
arañando sus plegarias y mentiras
y un hueco donde enterrarse
y olvidarse de la vida.
y olvidarse de la muerte
que siempre llevó prendida
a su lado, indiferente.
quiso ver
sin saber donde encontrarse.
siguió las huellas de otros
que no marcaban su paso.
vivió a destiempo
rebuscando las miradas en los otros
ciegos de la niebla.
y no vio nada porque nada había.
no encontró el perdón tras los cristales
ni prendió la luz en sus pestañas.
desde el círculo cerrado
no pudo encontrar la puerta,
la salida hacia el tejado
para agarrarse del cielo
con las manos.
no pudo ser su pecado
ser lujuria ni caricia,
ser un beso entre los dientes
un deseo sin envidia.
sin pudor fue condenada a las risas de los lobos
y encerrada...
y en el borde del abismo
dejó sus alas prendidas....
y en el tiempo que dura el vuelo
descendió a los infiernos
y fue muerte...
una vez más.
fue un fuego extinguido
sin palabras
sin versos que darle a la vida
amarrada a los gritos del miedo
escondida en el fondo del agua
temerosa de ver la salida
apartada del cielo indefenso
donde llueve la lluvia sin risa
donde riman las rimas sin viento y la música suena sin pautas.
también tuvo miedo
de las fieras del alma partida. los que imponen su ley al silencio
y destrozan la piel con sus garras
y sus ojos....
